En enero de 2023 tuve el gusto de entrevistar al doctor Paco Camarelles sobre las muchas dudas que despiertan los nuevos fármacos para la obesidad. Compartí la entrevista con bastante justificación bibliográfica en la entrada «¿Fármacos para la obesidad?, con el doctor Paco Camarelles en «Vida Sana» (27/01/2023)».
Pues bien,el doctor Stuart Phillips, acaba de publicar un artículo en The Conversation en el que aborda esta cuestión desde el punto de vista de su especialidad: la masa muscular.
Él reconoce que los nuevos fármacos (agonistas del receptor del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1R), conocidos con nombres como Ozempic, Wegovy, Saxenda o Zepbound), aunque no son tan eficaces como la cirugía bariátrica (hablé de ella aquí), han mostrado utilidad para controlar el peso a largo plazo.
Aquí debo añadir tres paréntesis. El primero es obvio pero importante: estos fármacos ni funcionan en todos los pacientes, ni están exentos de efectos adversos (que en muchos casos contraindican su administración), ni están indicados en todos los casos de exceso de peso. Hay más información sobre sus indicaciones en la tabla «Medicines options for weight management in adults» de la recién publicada guía «Overweight and obesity management» del National Institute for Health and Care Excellence (NICE).
El segundo paréntesis es para citar un reciente estudio que ha constatado que el 85% de los pacientes (6 de cada 7) abandonan la utilización de estos fármacos (que deben considerarse una medicación crónica) a los dos años, algo que puede provocar un efecto rebote. Algo preocupante, y no sólo por la recuperación del peso, como justifiqué en el texto «Tres razones para huir del efecto yoyó«. Tal y como justificó en marzo de 2024 el profesor Dariush Mozaffarian en la revista científica JAMA, a día de hoy no tenemos pruebas de que estos fármacos supongan un tratamiento eficaz, rentable y equitativo de la obesidad.
Y el último paréntesis es para insistir en que, también según el NICE, estos medicamentos deben utilizarse junto a, y no en sustitución de, un buen asesoramiento dietético (idealmente por dietistas-nutricionistas), el aumento de la actividad física y después de aportar al paciente estrategias de comportamiento e información sobre programas de apoyo. Sin olvidar que la decisión de comenzar a tomar estos medicamentos debe tomarse después de que el médico hable con el paciente y analice el posible impacto en su motivación. Es decir, ¿influirá el hecho de tomar el fármaco en la actitud del paciente hacia el manejo de su peso? Y es que el paciente podría depender excesivamente del fármaco o, peor aún, desmotivarse para adoptar cambios en su estilo de vida. Es algo que he explicado varias veces en mis libros y que se conoce como «efecto talismán». En este contexto, el talismán es el fármaco, que puede darnos una falsa sensación de seguridad y hacernos sentir (de forma consciente o inconsciente) que es suficiente para resolver un problema tan complejo como la obesidad. Y no, no es suficiente.
Pero volvamos al doctor Phillips. Él justifica que estos fármacos no sólo hacen perder grasa, también promueven la pérdida de masa muscular, y es importante que los pacientes sean conscientes de ello y hagan esfuerzos deliberados para ejercitarse, sobre todo si tienen más de 40 años. Phillips pone el ejemplo hipotético con una persona de 60 años con obesidad, con un 45 por ciento de grasa corporal y que pesa 100 kilogramos. Si dicha persona pierde 20 kilos en un año mientras toma un agonista del receptor de GLP-1, de 2,5 a 3 kilogramos serían músculo. Es una pérdida que puede tener consecuencias, sobre todo si sabemos que esa misma persona de 60 años perdería, debido al envejecimiento, solamente 0,3 kilogramos en un año. Stuart Phillips acaba su análisis con esta consideración:
«¿Los beneficios de la pérdida de peso superan los “efectos negativos” de la pérdida de masa muscular? Todavía es demasiado pronto para saber si la pérdida de masa muscular mientras se toman agonistas del receptor de GLP-1 será problemática a largo plazo, pero creo que es importante proceder con cautela, especialmente en personas mayores, hasta que estén disponibles los resultados de los ensayos clínicos».
Bibliogafía citada:
– Cohen JP. Study Shows 85% Of Patients Discontinue GLP-1s For Weight Loss After 2 Years. Forbes. 11 de julio de 2024. Disponible en: https://www.forbes.com/sites/joshuacohen/2024/07/11/study-shows-85-of-patients-discontinue-glp-1s-for-weight-loss-after-2-years/
– Gleason P, et al. Year-Two Real-World Analysis of Glucagon-Like Peptide-1 Agonist (GLP-1) Obesity Treatment Adherence and Persistency. Prime Therapeutics. 10 de julio de 2024. Disponible en: https://www.primetherapeutics.com/documents/d/primetherapeutics/prime-mrx-glp-1-year-two-study-abstract-final-7-10
– Mozaffarian D. GLP-1 Agonists for Obesity-A New Recipe for Success? JAMA. 2024 Mar 26;331(12):1007-1008. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38421659/
– National Institute for Health and Care Excellence. Overweight and obesity management. NICE guideline. 14 de enero de 2025. Disponible en: https://www.nice.org.uk/guidance/NG246
– Phillips S. Preserving muscle with GLP-1 weight loss drugs: Big deal or nothing to worry about? The Conversation. 5 de enero de 2025. Disponible en: https://theconversation.com/preserving-muscle-with-glp-1-weight-loss-drugs-big-deal-or-nothing-to-worry-about-245833
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