El pasado 13 de junio, Laura Caorsi publicó en Editorial Vergara su ultrarrecomendable libro «Comida fantástica» («Manual de urgencia para aprender a leer los envases alimentarios»). Laura, quien además de una querida amiga es una admirada (y admirable) periodista especializada en temas de alimentación, nutrición y salud, tuvo la impagable amabilidad de proponerme escribir el prólogo de esta imprescindible obra. Así que (con su permiso y el de la editorial), aquí os traigo dicho prólogo, a ver si os convenzo de que os hagáis con un ejemplar lo antes posible. Os aseguro, como expliqué brevemente en este vídeo, que tanto vuestra salud como la de vuestros seres queridos lo agradecerá.
“—¿Cuál es el parásito más resistente?”.
Con esta inquietante pregunta aborda Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) al multimillonario japonés Saito (Ken Watanabe) en la película «Inception» (en castellano “Origen”), de Christopher Nolan. Ante el silencio de Saito, Dom sigue adelante:
“—¿Una bacteria?, ¿Un virus?, ¿Una tenia intestinal?”.
Aquí la respuesta:
“—Una idea. Resistente, muy contagiosa. Una vez que una idea se ha apoderado del cerebro es casi imposible erradicarla”.
Cito este fragmento porque hay una idea que ha parasitado nuestros cerebros: que la mayoría de los alimentos que encontramos en los supermercados son sanos y seguros. Podría citar muchas investigaciones que desmienten esa peligrosa idea, pero, para no extenderme, sólo citaré una: la que publicaron en 2020 Marta Beltrá y colaboradoras, investigadoras de la Universidad Miguel Hernández. Su trabajo constató que el 97% de los alimentos comercializados a niños o adolescentes (según la publicidad en el envase, en televisión o en internet) son malsanos (Int J Environ Res Public Health. 2020 Oct 21;17(20):7699). Desolador. Y es que adultos y niños tragamos un altísimo porcentaje de cosas que parecen comida, que huelen a comida, que saben a comida, pero que no son exactamente comida. Son más bien sustancias comestibles que acortan nuestra esperanza de vida y empeoran nuestra calidad de vida (BMJ. 2024 Feb 28;384:e077310).
Lo grave del asunto es que concurren, como mínimo, tres situaciones que hacen verdaderamente complicado erradicar esa idea parásita:
• La infección no sólo es masiva, sino que ocurre como con el universo: se expande. Gracias a “Comida fantástica” entenderás que en los supermercados encontramos “una pera entre miles de galletas”. Para su autora, Laura Caorsi (periodista experta en alimentación), esto es una tragedia. También lo es para quien sepa que cada año mueren en Europa 2,1 millones de personas por enfermedades cardiovasculares atribuibles a una mala alimentación (Eur J Epidemiol. 2019 Jan;34(1):37-55).
• Nuestro cerebro no está bien preparado para hacer frente a esa idea perniciosa. Tal y como evidenció Francisco José Ojuelos (abogado experto en derecho alimentario) en el texto “Libertad parental como barrera frente a la publicidad de productos alimentarios malsanos dirigidos al público infantil” (Rev Pediatr Aten Primaria. 2020;22:e65-e80):
“Incluso entre un público relativamente bien informado (well-educated) en una estimación optimista (best-case scenario), sólo el 4% es capaz de identificar los azúcares añadidos leyendo el etiquetado”.
• Para despistar a nuestro sistema inmunitario, la infección cuenta con medios muy vigorosos. Hercúleos. Laura justifica que en España se invierten 2,5 millones de euros al día “en anunciar comida, lugares donde comprarla o sitios para comer”. Muchos de dichos euros se invierten en las etiquetas y en los envases de los alimentos, como comprobarás conforme vayas leyendo este imprescindible libro. Etiquetas y envases muy bien pensados para que no sólo compremos la comida que esconden sino, sobre todo (en palabras de Laura), “lo que esa comida representa”.
Afortunadamente, con “Comida fantástica” tenemos en nuestro haber un poderoso agente antimicrobiano que combate ese parásito con eficacia, eficiencia y efectividad. Y lo hace con inteligentísimas analogías y cuidadas explicaciones que eliminan uno tras otros los antifaces con los que se disfrazan los productos malsanos que invaden las tiendas de alimentación. Nos permite, además, ser conscientes de que ir al supermercado sin pensar que nos van a manipular es como jugar a la ruleta rusa creyendo que la pistola está vacía. Porque, y vuelvo a citar a Laura, “Entramos a hacer la compra con el carrito vacío y la cabeza llena de promesas”.
Voy a dejar de citar frases de “Comida fantástica” que me han fascinado, porque este prólogo ocuparía 30 páginas. A cambio, citaré una que el catedrático de nutrición Abel Mariné suele emplear para referirse al sinnúmero de libros desaconsejables de alimentación que corrompen las estanterías de librerías y bibliotecas: “Tienen cosas buenas y originales, pero las buenas no son originales y las originales no son buenas”. En el caso de “Comida fantástica” ocurre justo lo contrario: además de tener cosas buenas y originales, resulta que las buenas son originales y las originales son requetebuenas.
Desde que conozco a Laura, y ya van más de 10 añitos, ninguno de mis libros ha visto la luz sin antes pasar por su microscopio milimétricamente ajustado y escrupulosamente calibrado. Así que no tengo palabras para describir el enorme placer y el gigantesco agradecimiento que siento escribiendo estas líneas y sosteniendo en mis manos este regalo a la salud pública llamado “Comida fantástica”.
¡Gracias infinitas, admirada amiga, y enhorabuena por este fantástico librazo!
Julio Basulto
Dietista-Nutricionista
Facultad de Ciencias de la Salud y el Bienestar. Universidad de Vic. Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC).
Y por si todavía no os he convencido de que leáis esta trascendental obra, aquí os dejo la entrevista que hicimos a Laura Caorsi el periodista Carles Mesa y yo coincidiendo con la publicación de su libro: https://juliobasulto.com/vida_sana_6_junio_2024/
Suscripción a este blog: http://juliobasulto.com/novedad-suscripcion-a-mi-blog-a-traves-del-correo-electronico/
Próximos cursos o conferencias de Julio Basulto: