Podría parecer un cliché, pero la escena sucede más a menudo de lo que pensamos: un hombre y una mujer acuden juntos a un restaurante y piden un chuletón y una ensalada. Cuando llega la comanda, el camarero intuitivamente tiende a dejar la carne ante el hombre y la sana lechuga con tomate frente a la mujer. ¿Por qué? ¿No puede ser que la mujer haya pedido un filete de buey a la piedra? ¿Tenemos cierto sesgo de género en los hábitos nutricionales y convenciones sociales? ¡A las buenas tardes! Hoy os traigo un artículo de El País firmado por Beatriz Portinari (beatrizportinari.com): «¿Por qué los hombres comen carne y las mujeres ensalada?». Se me pidió mi opinión acerca de la «paleodieta» y, claro, no tardó en encenderse el cartelito de bombillas chispeantes que imagino en mi cerebro formando la palabra «PELIGRO». No os digo más, que sería spoiler –o destripe, para los más castizos: http://elpais.com/elpais/2017/02/13/buenavida/1487013776_450860.html Bueno, algo más: que Portinari menciona a Juanjo Cáceres (enlace a su Facebook) y a nuestro último libro: Más Vegetales, Menos Animales. ¡Besos paleolíticos! Más entrevistas de Julio Basulto: http://juliobasulto.com/entrevistas/
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![«El mayor truco del diablo [y del despiadado marketing de lo malsano] es hacernos creer que no existe»](https://juliobasulto.com/wp-content/uploads/2024/07/WhatsApp-Image-2024-07-16-at-12.56.46-500x383.jpeg)
