Como el lipedema está entrando cada vez más fuerte en la (peligrosa) industria de la pérdida de peso y de las dietas, quiero dedicarle unas líneas.
Empiezo con lo más importante: no hay pruebas científicas creíbles de que ningún enfoque dietético (eso incluye el uso de complementos alimenticios) sea útil para abordar el lipedema. Así que da la espalda a quien se aproveche de tu malestar para venderte restricciones innecesarias y, probablemente, peligrosas. Peligrosas porque pueden hacerte perder no sólo tiempo, dinero y esperanzas, también masa muscular, además de generarte estigma y acercarte a padecer un trastorno de la conducta alimentaria. Es lo que nos detallan Jônatas de Oliveira, Ana Carolina Padilha de Paula y Victor Hugo Dantas Guimarães en su recién publicada revisión sistemática sobre lipedema y alimentación (Maturitas. 2025 Nov;202:108716).
Dicho esto, hablemos un poco más a fondo de este asunto, con base en lo descrito en dicha revisión.
Hasta 2019 (muy recientemente, para ser una enfermedad) no se ha reconocido que el lipedema tiene una entidad clínica diferenciada. ¿Qué ha pasado hasta entonces? Pues que se ha estigmatizado a las pacientes (la mayoría son mujeres) que lo sufrían.
¿Qué es el lipedema? Pues es una enfermedad crónica caracterizada por la acumulación de grasa en (sobre todo) glúteos, muslos y piernas, y de forma simétrica (contrasta con la obesidad común, donde la distribución de grasa suele ser más asimétrica o generalizada).
Suelen coexistir síntomas como facilidad para tener hematomas, sensación de pesadez en las piernas y mayor sensibilidad al tacto (se describe a menudo como “grasa dolorosa” debido a su sensibilidad, que puede limitar la movilidad), lo que disminuye la calidad de vida y empeora el estado psicológico de las pacientes.
Se cree que tiene un componente genético, aunque es algo que todavía se está investigando. Puede coexistir con la obesidad, pero es una afección distinta. Aunque padecer obesidad no causa el lipedema, lo cierto es que más de la mitad de personas con lipedema tienen un Índice de Masa Coporal (IMC) mayor a 35.
El tratamiento conservador del lipedema incluye actividad física, intervenciones nutricionales (ahora hablo de ellas) y fisioterapia (drenaje linfático manual, compresión y terapia descongestiva compleja), para reducir el peso corporal y la inflamación sistémica, favorecer la la función linfática y disminuir el edema. En cuanto a los fármacos, pues no hay ninguno aprobado para tratar específicamente esta enfermedad.
Si las medidas conservadoras recién descritas no resultan suficientes pueden considerarse, especialmente en fases avanzadas, intervenciones quirúrgicas como la liposucción.
Vayamos a la dieta.
Para empezar, ningún complemento alimenticio tiene el más mínimo atisbo de utilidad. A lo que yo añadiría que pueden ser peor que inútiles. En cuanto a las dietas, ninguna de las evaluadas por Jônatas de Oliveira y sus colaboradoras (protocolos dietéticos hipocalóricos como dietas cetogénicas o bajas en carbohidratos) ha mostrado ser eficaz. Todos los estudios que han evaluado cualquier clase de estrategia dietética presentan importantes deficiencias metodológicas.
Por no hablar de que muchas de tales dietas pueden generar pérdidas de masa muscular, que empeorarán la salud y la calidad de vida de las pacientes.
A la vista de los anteriores datos, ¿qué dieta debemos proponer a las personas con lipedema? Pues un patrón de alimentación saludable, sin más. Es decir, una “Plant-based diet”. ¿Por qué? Porque ayudará a medio o largo plazo al control del peso corporal, evitando el sobrepeso que agrava los síntomas. Porque reducirá la inflamación sistémica, que puede empeorar el dolor o la sensación de pesadez. Porque mejorará la salud vascular y linfática, apoyando el tratamiento fisioterapéutico. Y porque prevendrá comorbilidades (como resistencia a la insulina o dislipemias).
Fuente: de Oliveira J, de Paula ACP, Guimarães VHD. Clinical or cultural? Dietary interventions for lipedema: a systematic review. Maturitas. 2025 Nov;202:108716.
No hay pruebas científicas de que ningún enfoque dietético sea útil para abordar el lipedema. Así que da la espalda a quien se aproveche de tu malestar para venderte restricciones innecesarias (y, probablemente, peligrosas).https://t.co/Xc2jcbhIh9
Maturitas. 2025 Nov;202:108716.— ️Julio Basulto (@JulioBasulto_DN) November 1, 2025
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