Todos gordos (con perdón)
Julio Basulto
VERGARA, 8 de enero de 2026. Formatos: eBook, Tapa blanda con solapas y Audiolibro
Un manual rompedor para hacer frente a la epidemia inducida del sobrepeso y la mala alimentación.
Nuestra sociedad discrimina y culpabiliza a las personas con obesidad, cuando son víctimas de un entorno obesogénico (que genera obesidad). Un entorno que se nutre de ingredientes como: industria codiciosa, medios irresponsables, sanitarios negligentes, mala legislación, analfabetismo nutricional, charlatanes, famosos ambiciosos, desigualdades sociales, pobreza, factores genéticos…
Es más, lejos de lo que se suele creer, la idea de que la obesidad se debe a una falta de fuerza de voluntad es, según la ciencia, completamente falsa.
En este libro revelador y revolucionario (en el sentido más extremo de la palabra), Julio Basulto nos expone las causas de la obesidad, aborda cómo prevenirla, lucha contra el estigma que recae sobre quien la padece (eso incluye el lenguaje discriminatorio, como el uso peyorativo de la palabra «gordo») y detalla cómo tratar el exceso de peso con enfoques eficaces y seguros. Todo con el estilo inconfundible de, según detalla en el prólogo la doctora Carmen Cabezas, uno de los mejores y más reputados nutricionistas de nuestro país.En este libro revelador y revolucionario (en el sentido más extremo de la palabra), Julio Basulto nos expone las causas de la obesidad, aborda cómo prevenirla, lucha contra el estigma que recae sobre quien la padece (eso incluye el lenguaje discriminatorio, como el uso peyorativo de la palabra «gordo») y detalla cómo tratar el exceso de peso con enfoques eficaces y seguros. Todo con el estilo inconfundible de, según detalla en el prólogo la doctora Carmen Cabezas, uno de los mejores y más reputados nutricionistas de nuestro país.En este libro revelador y revolucionario (en el sentido más extremo de la palabra), Julio Basulto nos expone las causas de la obesidad, aborda cómo prevenirla, lucha contra el estigma que recae sobre quien la padece (eso incluye el lenguaje discriminatorio, como el uso peyorativo de la palabra «gordo») y detalla cómo tratar el exceso de peso con enfoques eficaces y seguros. Todo con el estilo inconfundible de, según detalla en el prólogo la doctora Carmen Cabezas, uno de los mejores y más reputados nutricionistas de nuestro país.
ÍNDICE DEL LIBRO
Prólogo, por la doctora Carmen Cabezas
Todos gordos (con perdón)
¿Qué causa tanta obesidad? (y no, no es la pereza)
El equilibrio entre discriminar, aceptar y fomentar la obesidad
Diagnóstico del sobrepeso y la obesidad (el peso ideal no existe)
Prevención y tratamiento de la obesidad
Reflexiones finales
PRÓLOGO (doctora Carmen Cabezas)
Tienen ante ustedes el nuevo libro de Julio Basulto, uno de los principales dietistas-nutricionistas de nuestro país. Y uno de los mejores comunicadores. Seguramente les habrá llamado la atención su título “Todos gordos”, llamativo como el de la mayoría de sus 10 libros anteriores (escritos sólo o en compañía), y, como los otros, lleno de sabiduría y conocimiento científico destilado, y también de ingenio, humor y ejemplos ocurrentes y precisos.
Hay muchos motivos para leerlo cuanto antes mejor. Les voy a resaltar alguno de ellos.
El primero es que trata de un tema de acuciante interés. Según la web de la Organización Mundial de la Salud en 2022 alrededor del 16 % de los adultos de 18 años o más en todo el mundo tenían obesidad, siendo más del doble de la de 1990. Al mismo tiempo, pasó del 2 % de los niños, niñas y adolescentes de 5 a 19 años en 1990 (31 millones), al 8% en 2022 (160 millones). La carga de mortalidad relacionada con ella y los costes asociados quedan muy bien recogidos en el libro. El tsunami sindémico de la obesidad del que nos habla el autor exige respuestas urgentes, multinivel y que impliquen sobre todo a las políticas públicas.
Segundo: Como también recoge la OMS y profundiza muy bien el libro, “en la mayoría de los casos, la obesidad es una enfermedad multifactorial que se debe a un entorno obesogénico, factores psicosociales y variantes genéticas. El entorno obesogénico que exacerba la probabilidad de la obesidad en individuos, poblaciones y en diferentes entornos está relacionado con factores estructurales que limitan la disponibilidad de alimentos saludables y sostenibles a precios asequibles a nivel local, la falta de situaciones en la vida cotidiana de la población en las que sea fácil y seguro realizar alguna actividad física y la ausencia de un entorno legal y reglamentario adecuado”. Como recoge el autor y como llevamos insistiendo desde hace décadas en salud pública, el código postal importa más que el genético y los determinantes sociales y comerciales de la salud son enormemente importantes. La obesidad es una enfermedad en muchas ocasiones ligada a la pobreza (la pobresidad de la que se habla en el libro) y, si no se cambian las condiciones de vida de las personas y el entorno en que viven, es muy difícil encontrar soluciones a largo plazo. El sistema alimentario y su influencia actúan además de forma diferencial según el nivel de estudios y la clase social y es clave actuar, por un lado para regularlo a nivel político y por otro para dotar de herramientas a las personas para minimizar su efecto. El libro ayuda a entender estas influencias, así como las de las redes sociales y las de los y las influencers, para desenmascararlas y poder protegerse frente a ellas.
Tercero porque es esencial no estigmatizar ni culpabilizar a las víctimas, y, al mismo tiempo, ayudarlas en una situación en que, si no se actúa a tiempo, tendrán perjuicios para su salud. Como ya hemos comentado y se insiste en el libro la persona con obesidad no tiene la culpa de la situación (ya hemos visto como hay agentes a diversos niveles que tienen la mayor parte de la responsabilidad) y hay que evitar el estigma y la presión estética, pero eso no quiere decir que se nieguen los efectos que tiene para la salud. Si no se actúa para prevenir o controlar la obesidad, la persona que la padece probablemente morirá, antes que otras personas de su misma edad. El libro proporciona estrategias actualizadas de cómo plantearse objetivos para prevenir y abordar la obesidad centrándose en ganar salud, mantener un estilo de vida saludable, con una alimentación basada en plantas y respetuosa con el medioambiente, con la práctica de actividad física y ejercicio, cuidando del sueño y fomentando las relaciones sociales. El foco no es el peso sino la vida saludable y eso incluye disfrutar de ella. También reconoce el importante papel que juegan los profesionales sanitarios, entre ellos los y las dietistas-nutricionistas y la necesidad de estrategias multinivel y de una respuesta adecuada, respetuosa y basada en la evidencia del sistema sanitario.
Cuarto motivo para leer el libro: se lo pasarán bien. Julio Basulto escribe de una manera clara, directa, concreta y divertida, sin dejar de basarse siempre en la mejor evidencia (miren la enorme cantidad de referencias bibliográficas de primer nivel referenciadas). Por tanto, aprenderán (y mucho) de una forma rápida y ágil, conceptos útiles y necesarios para la vida.
Quinto, porque tendrán tema de conversación para muchos días. Podrán opinar con conocimiento sobre el ayuno intermitente, los suplementos nutricionales, o si el desayuno es la comida principal del día…por poner algunos ejemplos.
Podría seguir con muchos más motivos (el libro refuerza la importancia de no fumar, de no consumir bebidas azucaradas y limitar al máximo los ultraprocesados, etc. aspectos todos en los que vale la pena profundizar), pero me centraré en un último motivo. El libro insiste en la importancia de los pequeños cambios y en la posibilidad de la acción en todos los niveles: como personas, como familias, como profesionales y como sociedad. Y es una llamada a la acción y a un pesimismo esperanzado. Julio Basulto cita esta frase de José Saramago: “Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay”. Existe una corriente de pensamiento que habla del “pesimismo esperanzado”, con pensadores como J.R.R. Tolkien, Mary Shelley y Albert Camus, que muestra que el pesimismo está estrechamente vinculado a una tradición de activismo moral y político, en la que el pesimismo no implica la pérdida de coraje o la falta de deseo de luchar por un mundo mejor; por el contrario, se basa en ellos. Necesitamos activistas esperanzados para nuestro mundo (en crisis desde su inicio, y ahora abrumado por las guerras – en que el hambre es un arma más, una de las más crueles- , los genocidios, las crisis políticas, las emergencias climáticas y mediambientales, etc.). Este libro nos da herramientas para afrontar de una manera realista y con esperanza este importante problema de salud, y para contribuir desde nuestro lugar a su mejora. Espero que disfruten y aprendan mucho con él.
Carmen Cabezas, PhD, MSc, MD
Especialista en Salut Pública y Medicina Preventiva y Medicina Familiar y Comunitaria. Subdirectora general de Promoción de la Salud entre 2006 y 2021 y Secretària de Salut Pública del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya desde 2021 hasta la jubilación en 2024.


