Consumir pescado se relaciona con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas. Todos los estudios observacionales lo constatan una y otra vez. Pero, ¿por qué tanto beneficio?

Un estudio recién publicado por Ahmad Jayedi y colaboradores (en Critical Reviews in Food Science And Nutrition) subraya una explicación que detallamos Juanjo Cáceres y yo en nuestro libro «Más vegetales, menos animales«. Allí indicamos lo siguiente:

«Volvemos a ver algo que muchos profesionales sanitarios y no pocos medios de comunicación pasan por alto: el efecto saludable que algunos estudios atribuyen al consumo de pescado es probable que se deba a un factor que sucede a la vez: su consumo desplaza productos menos saludables».

Y Jayedi y su equipo, en su metaanálisis dosis-respuesta centrado en la relación del consumo de pescado y la mortalidad en pacientes con diabetes tipo 2, concluyen lo siguiente:

«Aunque los resultados mostraron que un mayor consumo de pescado puede reducir el riesgo de mortalidad en pacientes con DM2, el análisis de subgrupos de acuerdo con el ajuste para la ingesta de energía indicó una asociación no significativa en el subgrupo de estudios que controlaron la ingesta de energía. Esta observación puede sugerir que la asociación inversa observada entre el consumo de pescado y el riesgo de mortalidad por todas las causas no fue un efecto de adición, sino un efecto de sustitución de otros alimentos como la carne roja y procesada con pescado».

En otras palabras, no es que consumir pescado (ojo, no más de 3 raciones a la semana, según este estudio) sea beneficioso gracias a las supuestas propiedades del pescado, sino gracias a que las personas que lo consumen no están tomando otros alimentos cuya ingesta se relaciona con un mayor riesgo de mortalidad, como carnes rojas y procesadas. Es decir, el pescado desplaza el consumo de tales alimentos.

Así que, tal y como suelo repetir, «No comas mejor, deja de comer peor«. Un lema corroborado por este metaanálisis de Roman Cadairio y Perre Chandon, posterior a mi artículo: Which Healthy Eating Nudges Work Best? A Meta-Analysis of Field Experiments

Más información sobre el libro «Más vegetales, menos animales»: https://juliobasulto.com/mas-vegetales-menos-animales/

Fuente: Jayedi A, Soltani S, Abdolshahi A, Shab-Bidar S. Fish consumption and the risk of cardiovascular disease and mortality in patients with type 2 diabetes: a dose-response meta-analysis of prospective cohort studies [published online ahead of print, 2020 May 15]. Crit Rev Food Sci Nutr. 2020;1‐11. doi:10.1080/10408398.2020.1764486 Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32410513/

Posdata (31 de mayo de 2020): Me he decidido a añadir tres consideraciones más a este breve artículo. Las detallo a continuación:

  • Traigo un fragmento de algo que explicamos Juanjo Cáceres y yo en el libro «Dieta y cáncer«: «Eric B. Rimm y colaboradores en julio de 2018 (revista Circulation) […] constatan beneficios para la salud al consumir de una a dos raciones semanales de pescado. Atención, que no han dicho catorce raciones semanales. Lo decimos porque lo que suele interpretarse cuando se afirma que el pescado es saludable es que debe estar presente en cada comida principal, cuando no es así. De hacerlo, se desplazaría el consumo de alimentos que sí han mostrado indiscutibles ventajas para la salud: los de origen vegetal poco procesados. El estudio de Rimm y su equipo subraya algo importante que no debemos pasar por alto: que los beneficios atribuibles al pescado se constatan ‘especialmente cuando el pescado reemplaza la ingesta de alimentos menos saludables’” (Circulation. 2018;138(1):e35‐e47).
  • En segundo lugar, existen razones para pensar que un elevado consumo de pescado pueda incrementar el riesgo de algunos tipos de cáncer en la población, incluyendo población española. Tienen más información en el estudio titulado «Assessment of Human Health Hazards Associated With the Dietary Exposure to Organic and Inorganic Contaminants Through the Consumption of Fishery Products in Spain» (Sci Total Environ. 2016;557-558:808‐818).
  • Por último, no debemos olvidar los motivos relacionados con la sostenibilidad para sopesar la promoción de un mayor consumo de pescado por parte de la población. Así, en el informe «5 reasons fish could be the next resource to drive geopolitical competition» (5 razones por las cuales el pescado podría ser el próximo recurso para impulsar la competencia geopolítica), realizado por el Wilson Center para el Foro Económico Mundial, leemos lo siguiente «Casi el 90% de las poblaciones de peces del mundo están totalmente explotadas o sobreexplotadas, y algunos científicos estiman que en 30 años puede haber poca o ninguna disponibilidad de mariscos» (https://www.weforum.org/agenda/2018/08/why-fish-could-be-the-next-resource-to-drive-geopolitical-competition). Esto no es algo ajeno a España, como se puede comprobar en el texto «¿Cómo España ha agotado sus reservas de pesca?», de Alex Fernández Muerza (https://www.consumer.es/medio-ambiente/como-espana-ha-agotado-sus-reservas-de-pesca.html).

Posdata 2 (13 de octubre de 2020): Leo en una reciente revisión Cochrane que «Hay poca evidencia con respecto a los efectos del consumo de pescado [en las enfermedades cardiovasculares]». Fuente: Abdelhamid AS, Brown TJ, Brainard JS, Biswas P, Thorpe GC, Moore HJ, Deane KH, Summerbell CD, Worthington HV, Song F, Hooper L. Omega-3 fatty acids for the primary and secondary prevention of cardiovascular disease. Cochrane Database Syst Rev. 2020 Feb 29;3(2):CD003177. doi: 10.1002/14651858.CD003177.pub5. PMID: 32114706; PMCID: PMC7049091. https://www.cochrane.org/es/CD003177/VASC_consumo-de-omega-3-para-las-enfermedades-cardiovasculares

Posdata 3 (17 de febrero de 2021). Gracias a un tuit de mi amigo Juan Revenga (aparece debajo de estas líneas) acabo de conocer una impresionante investigación de Nutrimedia y Cochrane Iberoamérica cuya conclusión es clara como el agua del grifo: «El mensaje ‘Aumentar el consumo de alimentos ricos en omega 3 ayuda a prevenir las
enfermedades cardiovasculares es probablemente falso». Añaden lo siguiente: «El aumento del consumo de alimentos que contienen omega 3, ya sea de origen animal o vegetal, es probable que produzca poca o ninguna
diferencia en el riesgo de mortalidad o de enfermedad cardiovascular». ¡Gracias por el aviso Juan!

 

 

Posdata 4 (26 de septiembre de 2022):  mi amiga y admirada Maria Manera, dietista-nutricionista, Máster en Medicina Preventiva y Promoción de la Salud, que trabaja en la Agència de Salut Pública de Catalunya, y coautora de “Alimentación vegetariana en la infancia”, nos acompañó en Vida Sana el pasado 23 de septiembre, y nos comentó algunos aspectos importantes sobre pescado, nutrición y sostenibilidad, a raíz del «Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre recomendaciones dietéticas sostenibles y recomendaciones de actividad física para la población española«, comentado en esta noticia de la AESAN. Aquí tenéis el espacio Vida Sana con la participación de Maria Manera: https://juliobasulto.com/preguntas-de-oyentes-en-vida-sana-23-09-2022/

 

 

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