Acabo de conocer, gracias a un aviso de mi amiga Maria Manera, un estudio que corrobora lo que expuse por aquí en 2020 en el texto «Más vegetales y menos animales por salud, economía y medio ambiente«.
Se trata de una investigación de la Universidad de Oxford que ha revelado que, en nuestro medio, adoptar una dieta vegana, vegetariana o flexitariana podría reducir la factura total que pagamos por nuestros alimentos hasta en un tercio. Que se dice pronto.
El estudio comparó el costo de siete dietas sostenibles con la dieta occidental típica en 150 países y encontró lo siguiente:
- Las dietas veganas fueron las más asequibles y redujeron los costos de los alimentos hasta en un tercio.
- Las dietas vegetarianas ocuparon un cercano segundo lugar.
- Las dietas flexitarianas con bajas cantidades de carne y lácteos redujeron los costos en un 14%.
Por el contrario, las dietas pescatarianas aumentaron los costos hasta en un 2% (hablé de pescado y salud en el texto «El pescado es bueno para la salud, pero no por el pescado«).
Me han gustado mucho estas declaraciones del Dr. Marco Springmann, investigador del Programa Oxford Martin al abordar esta cuestión (e una entrevista que aparece en la web de la Universidad de Oxford):
“Cuando los científicos como yo abogamos por una alimentación saludable y respetuosa con el medio ambiente, a menudo se dice que estamos sentados en nuestras torres de marfil promoviendo algo financieramente fuera del alcance de la mayoría de las personas. Este estudio muestra que es todo lo contrario. Estas dietas podrían ser mejores para su saldo bancario, así como para su salud y… el planeta”.
Justamente estos días he conocido un dato que tiene que ver con la relación de las plant-based diets con nuestra salud. Pero no con la salud bancaria, sino con la de las tres dimensiones de nuestro cuerpo. Y es que he leído en la página web de la Universidad de Harvard que como la gran mayoría de la gente no va a dejar la carne (por más que las pruebas científicas demuestran claramente que las dietas vegetarianas son beneficiosas para nuestra salud y para el medio ambiente), vale la pena saber que consumir solo un 3 % menos de proteína animal y reemplazarla con proteína vegetal se asocia con hasta un 19 % menos de riesgo de muerte por cualquier causa.
Cuando los nutricionistas aconsejamos una plant-based diet (dieta basada en alimentos de origen vegetal poco procesados) no decimos «hazte vegano». Según @harvardhealth (https://t.co/orKBDjdKq0) sustituir un 3% de la proteína animal por vegetal puede reducir un 19% la mortalidad.
— ️Julio Basulto (@JulioBasulto_DN) September 29, 2023
Pero volvamos al Dr. Marco Springmann. Porque también compartió esta imprescindible reflexión:
«Permitirse el lujo de llevar una dieta sana y sostenible es posible en todas partes, pero requiere voluntad política».
Estoy totalmente de acuerdo, como justifiqué en el artículo «Querido Gobierno, haga algo para prevenir la obesidad, que para luego es tarde«.
Juanjo Cáceres y yo añadiremos, sin falta, estos nuevos datos en las próximas ediciones de nuestro libro «Más vegetales, menos animales» (2016).
Fuente: Springmann M, Clark MA, Rayner M, Scarborough P, Webb P. The global and regional costs of healthy and sustainable dietary patterns: a modelling study. Lancet Planet Health. 2021 Nov;5(11):e797-e807.
Posdata (27 de noviembre de 2023): en palabras del doctor Walter Willett, catedrático de nutrición y epidemiología en el Departamento de Nutrición de la Universidad Harvard T. Chan, «Simplemente no podemos seguir comiendo la cantidad de carne de vacuno que consumimos y que a la vez exista un futuro para nuestros nietos».
«Simplemente no podemos seguir comiendo la cantidad de carne de vacuno que consumimos y que a la vez exista un futuro para nuestros nietos».
Dr. Walter Willett, catedrático de nutrición y epidemiología en el Departamento de Nutrición de @HarvardChanSPH (@HSPHnutrition). https://t.co/6kGQrwcFil— ️Julio Basulto (@JulioBasulto_DN) November 27, 2023
Posdata 2 (16 de febrero 2024). En junio de 2023 se publicó un documento de postura de la Asociación Brasileña para el Estudio de la Obesidad y del Síndrome Metabólico en el que se detalla lo siguiente: «Las dietas vegetarianas o basadas en plantas con ingesta reducida de alimentos ultraprocesados pueden ser una opción para la prevención y el tratamiento de la obesidad». Pepe RB et al. Position statement on nutrition therapy for overweight and obesity: nutrition department of the Brazilian association for the study of obesity and metabolic syndrome (ABESO-2022). Diabetol Metab Syndr. 2023 Jun 9;15(1):124.
Posdata 3 (3 de diciembre de 2024). Gracias, de nuevo, a un aviso de mi amiga Maria Manera he sabido que en noviembre de 2024, la doctora Hana Kahleova y su equipo han añadido más madera a este asunto. Según su investigación, la dieta vegana es un 25 % más económica que la mediterránea. En sus palabras, «Los costos totales de alimentos fueron un 25% más bajos en una dieta vegana en comparación con una dieta mediterránea» (JAMA Netw Open. 2024 Nov 4;7(11):e2445784).
Posdata 4 (5 de diciembre de 2024). Un gran estudio acaba de constatar que reemplazar un 3% de la energía proveniente de proteína animal con la misma cantidad de energía a partir de proteína vegetal disminuye un 18% el riesgo de enfermedad cardiovascular, y un 24% el riesgo de cardiopatía isquémica. El trabajo (seguimiento de 30 años de 202.863 personas, con ajuste por potenciales factores de confusión) también ha observado que reemplazar la proteína animal por frutos secos es la opción más beneficiosa para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. En suma, tomar más proteína vegetal que animal disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular y cardiopatía isquémica. Fuente: Glenn AJ, Wang F, Tessier AJ, Manson JE, Rimm EB, Mukamal KJ, Sun Q, Willett WC, Rexrode KM, Jenkins DJ, Hu FB. Dietary plant-to-animal protein ratio and risk of cardiovascular disease in 3 prospective cohorts. Am J Clin Nutr. 2024 Dec;120(6):1373-1386.
Posdata 5 (5 de diciembre de 2024). Un importante estudio acaba de concluir que mejorar nuestra alimentación podría prevenir 15 millones de muertes anuales. ¿Cómo «mejorar nuestra alimentación»? Pues, según la investigación, aumentando el consumo de alimentos saludables de origen vegetal y limitando los azúcares añadidos y fuentes de proteínas animales como carnes rojas y procesadas. Fuente: Gu X, Bui LP, Wang F, Wang DD, Springmann M, Willett WC. Global adherence to a healthy and sustainable diet and potential reduction in premature death. Proc Natl Acad Sci U S A. 2024 Dec 10;121(50):e2319008121.
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