En los anuncios de televisión aparece la siguiente escena: un guapo modelo (hombre o mujer) irrumpe en la pantalla luciendo una melena envidiable. ¿Cuál es su secreto? Unas pastillas.

Cambiamos de canal, esta vez la publicidad es de un producto que promete ayudar a perder peso. De nuevo, todo ocurre gracias a un botecito de cápsulas, accesibles para el público general con sólo entrar a la farmacia.

Pero más allá de todo esto, este tipo de comprimidos inunda la crónica social porque “son los que toman Madonna y Eva Longoria” para estar así de estupendas. Pero que una famosa use un producto no quiere decir que funcione. Las celebrities y sus experiencias carecen, para desilusión de muchos, de evidencia científica.

Unos dicen que estas pastillas forman parte de la belleza que se ingiere y otros simplifican, afinan más y lo llaman «suplementos nutricionales» para estar más guapo, que se toman vía oral para llegar donde la cosmética tradicional es incapaz. Se conoce como «nutricosmética». Son productos cuyo fin es complementar la dieta y que concentran vitaminas y minerales entre otros componentes.

La pregunta es: ¿Funcionan? “En general no. El mensaje más sensato es: no se lo tome. Dentro de los complementos alimenticios hay excepciones -como el yodo o el ácido fólico en las embarazadas-, pero este no es el caso de los nutricosméticos, productos que hacen declaraciones de salud que en muchísimos casos son falsas e incluso peligrosas”, afirma el nutricionista Julio Basulto