Publicado originalmente en el blog de La Sirena.

Día Nacional de la Nutrición. ¿Cuánto peso conviene ganar en el embarazo?

 

Mañana se celebra la XIV edición del Día Nacional de la Nutrición. El año pasado, este evento se centró en la obesidad infantil, y aproveché para escribir un texto titulado “Día nacional de la nutrición: 10 consejos para prevenir la obesidad infantil”. Como este año el evento se focaliza en el embarazo y en la lactancia he pensado en poner de nuevo mi granito de arena. Sobre todo porque, casualmente, en marzo de este año publiqué mi quinto libro divulgativo, titulado “Mamá come sano”, que versa sobre la alimentación en estas dos etapas de la vida. Como tengo la sensación de que uno de los temas más polémicos que aparece en dicho libro es cuánto peso conviene que gane una mujer en el embarazo (aspecto al que dediqué todo un capítulo), creo necesario resumir qué opinan sobre esta cuestión las entidades de referencia.

 

Aumento de peso recomendado por el Institute of Medicine (IoM)

En no pocos libros, y en algún que otro medio mal informado, podemos leer un consejo la mar de desencaminado: que las mujeres deben ganar un kilo en cada mes de embarazo. No es cierto, como veremos en unas líneas. Pero antes debo dedicar a unas palabras al Índice de Masa Corporal (IMC), del que hablé en el texto “La obesidad ¿es una enfermedad?. Porque una de las directrices más importantes sobre esta cuestión, la que publicó en 2009 el Institute of Medicine de Estados Unidos (IoM), establece el peso que conviene que gane una mujer embarazada en función del IMC.

Si queremos calcular nuestro IMC debemos dividir nuestro peso por nuestra altura al cuadrado. Es decir, una mujer que pese 61 kilos y mida 1,7 metros tendrá un IMC de 21,1. Es el cálculo que, según el IoM, debemos hacer los profesionales sanitarios a toda mujer embarazada. Pero ojo, que el cálculo lo debemos realizar en función del peso que tenía la mujer antes de estar embarazada. Pues bien, con esta cifra en mente, deberíamos revisar los datos que se exponen a continuación, que detallan cuál es el incremento de peso recomendado en la gestación:

Peso que se tenía antes del embarazo Incremento de peso (aproximado) en todo el embarazo Incremento de peso semanal (aproximado) entre el 2º y 3er trimestre (se asume que en el 1er trimestre se ganan de 0,5 a 2kg).
Bajo peso (IMC<18,5) 12,5 a 18 kg 0,5 kg/semana
Peso normal (IMC de 18,5 a 24,9) 11,5 a 16 kg 0,4 kg/semana
Sobrepeso (IMC≥25) 7 a 11,5 kg 0,3 kg/semana
Obesidad (IMC≥30) 5 a 9 kg 0,2 kg/semana
Peso normal y embarazo múltiple 17-25 kg Sin datos
Sobrepeso y embarazo múltiple 14-23 kg Sin datos
Obesidad y embarazo múltiple 11-19 kg Sin datos

Como vemos, una mujer con un peso normal (o “normopeso”) no debería ganar 9 kilos a lo largo del embarazo, sino entre 11,5 y 16 kilos. Solo en el caso de mujeres con obesidad previa a la gestación el IoM aconseja ganar entre 5 y 9 kilos. En unas líneas matizaré estas recomendaciones, en base a otra guía más reciente, y también firmada por una entidad reputada y prestigiosa.

En todo caso, lo más importante que debemos recordar de esta tabla es que todas las mujeres deben ganar peso en el embarazo. Lo digo porque no es recomendable “parar” y mucho menos “adelgazar”, tal y como aconsejan en ocasiones determinados profesionales sanitarios,. El IoM deja claro que conviene ganar peso aunque ya se haya ganado mucho peso.

Incremento de peso según el NICE

Cuanto más tiempo pasa desde que acabé la carrera, más me doy cuenta de que si quisiéramos comparar la nutrición humana con un juego de mesa, no deberíamos asemejarla con el parchís o la oca, sino más bien con el ajedrez. Lo digo porque lo que nace como algo simple, acaba descubriéndose que era más complicado de lo que parecía en un principio. Aunque hay ciertos aspectos lógicos o de sentido común, hay otros que no son en absoluto intuitivos.

 

Es el caso del aumento de peso en el embarazo. Acabamos de ver las recomendaciones del IoM, que incluyen categorías delimitadas muy útiles para que los profesionales sanitarios podamos encasillar a una mujer en un grupo u otro. Sin embargo, un año después de que el IoM publicara sus directrices, el “National Institute for Health and Care Excellence” (NICE) revisó por su cuenta esta cuestión. Lo hizo en una guía titulada “Control del peso antes, durante y después del embarazo” (“Weight management before, during and after pregnancy”), que pueden consultar en este enlace. En ella leemos que la información que nos rodea sobre esta cuestión es, en sus palabras, “vaga, confusa y contradictoria”.

 

¿Qué opina el NICE sobre este tema? Pues que no encuentra justificación suficiente como para poder emitir una recomendación sobre el incremento de peso en el embarazo. Sobre los rangos del IoM opina que no está claro que adherirse a ellos “disminuya el riesgo de problemas para la madre y sus hijos”. Para el NICE, el peso de una mujer antes de concebir un hijo “es más importante para determinar el éxito del embarazo y la salud del futuro bebé que cualquier incremento de peso durante la gestación”. Nuestros esfuerzos deberían focalizarse más en prevenir el exceso de peso antes del embarazo, que en abordarlo durante dicha etapa, como amplío más adelante.

 

Pero hay algo más. El NICE aconseja “no pesar a las mujeres de forma repetida durante el embarazo de modo rutinario, salvo si está justificado clínicamente o si existen problemas nutricionales”, e insiste en que es inaceptable pesar a mujeres que muestran ansiedad por lo que marque la báscula, a no ser de que acepten, tras explicarles bien el porqué de esta práctica y escuchar atentamente sus motivos para rechazarla.

 

Estilo de vida, más importante que la báscula

Hay estudios que, en mi opinión, confirman la postura del NICE, como el coordinado por la doctora Jodie M. Dodd y publicado en la edición de octubre de 2014 de la revista BMC Medicine. Es, hasta la fecha, una de las investigaciones más importantes sobre esta cuestión. El trabajo constató que el aumento de peso durante el embarazo no es muy relevante para predecir los posibles riesgos asociados a este hecho, mientras que sí lo fue el estilo de vida seguido por esas mujeres durante la gestación.

En una nota de prensa de la Universidad de Adelaida leemos que la doctora Rosalie M. Grivell, coautora de las dos investigaciones, indicó que «nuestra esperanza es que las mujeres embarazadas puedan mejorar su salud y la de sus bebés siguiendo algunos consejos sencillos, prácticos y alcanzables estilo de vida». Tanto ella como el resto de investigadores proponen, para contrarrestar los posibles efectos negativos del excesivo incremento de peso, medidas como las siguientes:

  • Evitar consumir bebidas azucaradas, y limitar el consumo de alimentos superfluos como bollería, pastelería, aperitivos salados, salsas, postres lácteos, etc.
  • Dar prioridad en nuestra dieta al consumo de alimentos de origen vegetal poco procesados e intentar ingerir cada día un mínimo de cinco raciones de frutas y hortalizas.
  • Aumentar de forma progresiva el tiempo dedicado a la actividad física. Lo ideal es realizar cada día un mínimo de 30 minutos continuados de ejercicio físico moderado.

No “hacer dieta”

De lo que nadie duda es de que restringir las calorías que toma una embarazada (tenga o no exceso de peso) es desaconsejable. Restringir las calorías, en momentos críticos del embarazo, puede dañar los órganos del feto en crecimiento. En 2003, Kramer y Kakuma ya indicaron (en la prestigiosa revista Cochrane Database of Systematic Reviews) que “hacer dieta”, además de no ser beneficioso, puede ser perjudicial para el bebé (podría limitar el crecimiento del feto). ¿Por qué? Entre otros motivos porque cuando seguimos dietas bajas en calorías nuestro cuerpo genera unas sustancias denominadas “cuerpos cetónicos”, que llegan al feto a través de la placenta y que pueden perjudicar a su frágil sistema nervioso, según detalla la guía NICE antes citada.

 

En resumen

  • El peso que tiene una mujer antes de quedarse embarazada es más importante para predecir el éxito del embarazo y la salud del futuro bebé que el peso que gane durante la gestación
  • No está claro cuánto peso conviene que gane una embarazada, aunque existen datos orientativos, recogidos en la Tabla que he incluido más arriba. Datos que no hay que tomar al pie de la letra.
  • Adelgazar en el embarazo a base de seguir una dieta baja en calorías es peligroso para el bebé.
  • Antes, durante o después del embarazo son momentos ideales para intentar instaurar unos buenos hábitos de vida.

 
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2020-07-09T05:02:23+02:0027/05/2015|Categorías: Julio Basulto (Blog personal), Textos de Julio Basulto|