Hoy publico en la sección «Nutrir con ciencia» de Materia (El País) un texto titulado «Dime con quién andas y te diré qué política alimentaria tienes».  Guarda relación con el texto «¿Quién mueve los hilos de la política alimentaria en España?«, que publiqué en este blog el pasado25 de noviembre. Transcribo las primeras líneas y a continuación incluyo un enlace al texto completo:

Dime con quién andas y te diré qué política alimentaria tienes

‘The Lancet’ publica un artículo muy crítico con los gobiernos por su afinidad con la industria alimentaria

Cuando uno se sumerge en el océano de la nutrición no suele encontrarse con límpidos corales, sino más bien con oxidadas latas de bebidas azucaradas. Si frotamos bien las gafas de bucear descubriremos, entre otros monstruos submarinos, que nuestras cifras de lactancia materna están lejísimos de ser ideales, que cerca del 20% de los menores de diez años toma una media de dos litros mensuales de bebidas “energéticas”, que casi la mitad de nuestros niños padece exceso de peso (cifra que asciende al 60% en adultos) o que tomamos cerca de 111 gramos de azúcar cada día.

Ante semejante panorama no extraña que los nutricionistas estén aterrados. Su preocupación fundamental, en cualquier caso, se centra en la infancia, entre otros motivos porque un 76,9 % de los niños y adolescentes españoles sigue un patrón de estilo de vida poco saludable, según el estudio ANIBES. El doctor David Ludwig (Harvard Medical School), en un texto titulado Esperanza de vida lastrada por la dieta (JAMA) justificó que los triunfos que nos han permitido elevar nuestra esperanza de vida en Occidente (más disponibilidad de alimentos, mejor sanidad e importantes avances médicos) van a fallar estrepitosamente a causa de la “catástrofe” que generarán las actuales tasas de obesidad infantil, más elevadas que en ninguna otra época de la historia.

Ludwig, como muchos otros investigadores, insiste en la necesidad de proteger a los niños de la “publicidad depredadora” y de otros tipos de mercadotecnia. Una protección que debería venir de los gobiernos